Shadow

Y si de huellas hablamos… También hay huellas hacia el sur.

…recordamos que el 25 de abril de 1976 al salir del Cursillo 20, desarrollado en Gándara, marcaron las primeras huellas en Verónica, Pipinas, A. Jonte y Punta del Indio, Agustín “El Negro” Rincón, Teófilo Kowalski, el Pro. José Barros, el Pro. José Carlos del Valle Ruiz y el Hno Javier Cabezas.


En ese mismo año lo hicieron José (CC21) y Rosita Zafaro (CC16) y Julio (CC21) y Rosa Bustos (CC16). A los que se les sumó José “Pedro” Vio que trajo el brío desde Azul.
Fue a partir de entonces y por el transcurso de estos 47 años, que esos coloridos rastros permitieron a más de 300 almas estrecharan ese vínculo de amistad con Cristo y los hermanos, dejando esa senda marcada de una multiplicidad de brillantes colores.


Cierto es que los primeros en incursionar este encuentro, fueron tomados “de la propia pecera” y a la pecera regresaron….. pero luego transcurrido algunos años fuimos muchos los que el Espíritu Santo nos dio la posibilidad de VIVIRLO, a tal punto de tratar de llevar a la realidad esa idea fuerza que expresa: “una vida cristiana sentida con profundidad, vivida con normalidad, propagada con amor”.


El Movimiento de Cursillos, a través de los primeros “peregrinos de colores”, que han dejado su huellas nos ha brindado y sigue ofreciendo el repiqueo de esa “campanilla” en los pasillos de Gándara alguna vez, de Villa Elisa otras y del Seminario Menor,…… para que muchos, como nosotros, vivamos y revivamos en actos perseverantes el camino que atraviesa esa puerta a un jardín colorido que un día entreabrió nuestro fundador Eduardo Bonnin por el soplo del Espíritu Santo y así seguir dejando huellas.
DE COLORES!!!

(Miguel Badr, CH53)