QUERIDOS HERMANOS:
Me pidieron que contara cómo pasa Cristo en mi vida en el 4to día; eso hizo que me detuviera a examinar mi propia existencia. Sólo sé, y de lo que estoy totalmente convencida, que en estos diez años que hice cursillo, Cristo estuvo conmigo en todo momento, tanto en las alegrías como en las tristezas; pude encontrarlo en las pequeñas cosas de la rutina diaria, en la familia, en el trabajo y en los amigos.
Pero a modo de testimonio de todo este camino, quiero contarles que luego de una situación difícil donde resultó lastimada mi hija Sabrina, el Señor me concedió la gracia de poder ver “su rostro” en la cara de la persona que la agredió pero que al mismo tiempo es el papá de mi nieto Mateo.
Ya más en el actualidad, Cristo me dio en primer lugar la “aceptación” de la enfermedad que estoy transitando y a la vez la fortaleza para llevar adelante el tratamiento. Esto último, hizo que en encuentro con Cristo sea cada vez más fuerte, adorándolo en la Capilla de Adoración Perpetua de la Medalla Milagrosa y que mi sostén fuera la oración tanto personal como de muchos hermanos que rezaron y siguen rezando por mi recuperación.
Todo esto logró que viva cada día con mucha alegría, disfrutando de lo cotidiano, caminando
con los pies puestos en esta tierra y los ojos y el corazón mirando al cielo.
De Colores!!!!!!!
Gladys Jensen
C.C. 91 Mujeres